La radiación cósmica de fondo es la energía remanente del Big Bang que dio origen al universo. La predicción teórica de esta radiación fue realizada por el físico ruso George Gamow y dos colegas suyos Robert C. Herman y Ralph A. Alpher en 1946.
El satélite COBE de la NASA detectó anisotropías (o pequeñas desviaciones de la temperatura con respecto al valor promedio) en la radiación cósmica de fondo en 1992. En la gráfica aparece la temperatura de la radiación cósmica de fondo representada por colores (caliente = rojo, frío = azul).
(que corresponden a las anisotropías detectadas por el COBE).
La teoría del Big Bang predice una forma muy específica del espectro de la radiación cósmica de fondo: éste debe ser el espectro característico de un cuerpo en equilibrio termodinámico. El satélite COBE midió el espectro de la radiación cósmica de fondo y pudo determinar con una precisión sin precedentes, que ésta es exactamente como lo predice la teoría: